Desde hace algunos años, y en violación flagrante de la normativa de seguridad privada, se están autorizando servicios que no reúnen las condiciones mínimas de seguridad para garantizar la vida y la integridad física de los agentes de seguridad privada que realizan tales servicios. Descaradamente se les deja sin arma, sin medios de comunicación, o solos; cuando no las 3 cosas. Incluso en casos y situaciones en los que la norma es taxativa respecto al uso de armas.
El último caso ha sido el compañero Rafael, asesinado en Casteldefells, en un servicio hasta hace poco desempeñado en pareja y con arma. Se le ha quitado compañero y arma, y ha muerto asesinado.
Por desgracia, son muchos los ejemplos de esas graves imprudencias. En algunas entidades financieras al agente de seguridad privada se le deja sin arma. No disuade nada, como vimos en un atraco recientemente ocurrido en Valencia, en una sucursal de Bancaixa, por lo que no evita que haya atracos. El vigilante sólo sirve entonces como escudo humano, como carne de cañón barata que puede morir sin que nada ocurra, pero que sirve para abaratar los seguros. ¿Es eso lógico? No ¿Se garantiza la seguridad del vigilante? No. Y, además, no están en todas las entidades, sino que cada día, por rotación aleatoria, hay sedes con seguridad y sedes sin ella. El malo lo tiene genial, todo son facilidades para que pueda atracar. Y gracias si no hay clientes muertos o heridos.
El último caso ha sido el compañero Rafael, asesinado en Casteldefells, en un servicio hasta hace poco desempeñado en pareja y con arma. Se le ha quitado compañero y arma, y ha muerto asesinado.
Por desgracia, son muchos los ejemplos de esas graves imprudencias. En algunas entidades financieras al agente de seguridad privada se le deja sin arma. No disuade nada, como vimos en un atraco recientemente ocurrido en Valencia, en una sucursal de Bancaixa, por lo que no evita que haya atracos. El vigilante sólo sirve entonces como escudo humano, como carne de cañón barata que puede morir sin que nada ocurra, pero que sirve para abaratar los seguros. ¿Es eso lógico? No ¿Se garantiza la seguridad del vigilante? No. Y, además, no están en todas las entidades, sino que cada día, por rotación aleatoria, hay sedes con seguridad y sedes sin ella. El malo lo tiene genial, todo son facilidades para que pueda atracar. Y gracias si no hay clientes muertos o heridos.
Y no sólo eso. Servicios en polígonos y urbanizaciones sin armas, en solitario, y sin emisoras. Acudas de alarmas con permiso de entrada sin medios de defensa suficientes para preservar su vida. Y así un largo etcétera. Y, mientras, los Delegados del Gobierno hacen lo que a mi juicio es una sorprendente dejación de responsabilidades, tratando estos temas con una laxitud y una ligereza inauditas, impropias de la diligencia debida a su cargo. Porque no quiero creer que haya estado mirando descaradamente para otro lado, olvidándose de las vidas y la integridad física de los agentes de seguridad privada, que son una de sus responsabilidades. Pero lo cierto es que cada vez más son los servicios de seguridad que no garantizan ni la seguridad de las propiedades y personas bajo su protección ni, por supuesto, la seguridad de los agentes de seguridad privada que los prestan. ¿Dónde están los comisarios de las Unidades Provinciales de Seguridad Privada? Intranquilos no se les ve, no. Quizás van por los servicios con un metro, midiendo la longitud de nuestras defensas …
Cada año mueren en España varios vigilantes en actos de servicio. Son tiroteados, golpeados o apuñalados por delincuentes, en la mayoría de los casos sin poder defenderse, acribillados o apaleados como perros. Pero son muertos de tercera o cuarta categoría, sin relumbrón, como si fueran fantasmas invisibles. Han muerto en la oscuridad, sin que nadie les reconozca nada ni se preocupe por saber cómo se podían haber evitado sus muertes. ¿Dónde están los fiscales? ¿Escondidos? ¿O son ciegos y sordos? Su silencio cobarde atrona en nuestras cabezas.
Hace algún tiempo, en la provincia de Alicante, un agente de seguridad privada murió asesinado vilmente por unos atracadores en un servicio aislado, en un almacén. No tenía arma, no tenía compañero, no tenía emisora para hablar con su centro de control y avisar del peligro. Murió desangrándose como un perro, y nadie de los que contribuyeron a su muerte con su dejación e imprudencia ha pagado por ello.
Y en las mismas circunstancias están muchos de los miles de agentes de seguridad privada que cada año caen de baja por agresiones en acto de servicio.
Cada año mueren en España varios vigilantes en actos de servicio. Son tiroteados, golpeados o apuñalados por delincuentes, en la mayoría de los casos sin poder defenderse, acribillados o apaleados como perros. Pero son muertos de tercera o cuarta categoría, sin relumbrón, como si fueran fantasmas invisibles. Han muerto en la oscuridad, sin que nadie les reconozca nada ni se preocupe por saber cómo se podían haber evitado sus muertes. ¿Dónde están los fiscales? ¿Escondidos? ¿O son ciegos y sordos? Su silencio cobarde atrona en nuestras cabezas.
Hace algún tiempo, en la provincia de Alicante, un agente de seguridad privada murió asesinado vilmente por unos atracadores en un servicio aislado, en un almacén. No tenía arma, no tenía compañero, no tenía emisora para hablar con su centro de control y avisar del peligro. Murió desangrándose como un perro, y nadie de los que contribuyeron a su muerte con su dejación e imprudencia ha pagado por ello.
Y en las mismas circunstancias están muchos de los miles de agentes de seguridad privada que cada año caen de baja por agresiones en acto de servicio.
Pido que se prevengan los riesgos laborales en seguridad privada. Pido que se revisen los planes de seguridad de entidades financieras, redes de transporte, polígonos y urbanizaciones. Pido que la vida de los agentes de seguridad privada esté a salvo. Pido que se cumpla la ley. Pido que los Directores de Seguridad incompetentes sean fulminantemente cesados. Pido que los subdelegados del Gobierno inconscientes dimitan. Pido que se aplique la ley penal a los Jefes de Seguridad y Directores de Seguridad que, desde sus despachos, juegan imprudentemente con la vida y la integridad física de los agentes de seguridad privada. Pido fiscales que no sean cobardes, pusilánimes y timoratos. Pido que se acabe la impunidad de los poderosos. Pido responsabilidades por los agentes de seguridad privada muertos.
Tan solo se pide justicia.
si los mismos servicios del estado , no reunen las condiciones de protecion laboral
ResponderEliminardel vigilante de seguridad , y despues nos exiguen que ssu seguridad
esta primero que la nuestra no importa en que condiciones ni con que consecuencias , es con la consecuencia de jugarnos la vida porq eu el ewsstado no tiene ni las empresas por bajar los costes
al recivir el servicio no se molestan en mirar como erstan los servicios
ni que riesgo corre el vigilante
para ellos solo somos el escudo de carne corazon y familia que anadie le eimporta mientras los funcionarios esten protejidos